GRACE KELLY (1949 - 1982)

ALGUNAS PELICULAS

 

 

“Horas de angustia” (1951), de Henry Hathaway

“Solo ante el peligro”, de Fred Zinneman

“Mogambo” (1953) John Ford

“La angustia de vivir” (1954)

“Fuego verde”, de Andrew Morton

“Crimen perfecto” Alfred Hitchcock

“La ventana indiscreta” Alfred Hitchcock

“Atrapa a un ladrón” (1955) Alfred Hitchcock

«El cisne» (1956);

“Alta sociedad” (1956)

BIOGRAFIA

Gracia Patricia Kelly, nacida en Philadelphia, debuta en el teatro en 1949 con “La heredera de Henry James”, mientras prueba suerte también con programas televisivos como “Studio One”. Grace se había trasladado a Nueva York, y aunque su trayectoria teatral tenía viso de continuidad, la Gran Manzana la decepciona y no tarda en viajar a Hollywood.

Cuando cuenta con 22 años debuta en el celuloide con “Horas de angustia” (1951), dirigida por Henry Hathaway. Al año siguiente consigue un papel esencial para su futuro, el de Amy Kane, mujer del sheriff Will Kane (Gary Cooper) en “Solo ante el peligro”, de Fred Zinneman. La actriz consigue el Oscar y se le abren automáticamente las puertas de las producciones más importantes del Hollywood de la época.

En 1953 la nominan al Oscar a la mejor actriz secundaria por su trabajo en “Mogambo”, una producción Metro Goldwyn Mayer dirigida por John Ford, en la que Grace comparte protagonismo con el viejo Clark Gable y la espectacular Ava Gardner.

1954 es un año frenético para Grace. Ya hemos hablado de “La angustia de vivir”, pero en estos doce meses también rueda “Fuego verde”, dirigida por Andrew Morton con Stewart Granger de pareja, y dos colaboraciones con Alfred Hitchcock, quien por entonces atravesaba quizás su mejor momento creativo. El primero de estos films es “Crimen perfecto” una pieza de cámara rodada en pocos escenarios de la que todos recordamos el momento en que tratan de asesinar a Grace quien acaba matando a su agresor clavándole unas tijeras en la espalda. El segundo film es la conocida “La ventana indiscreta”, donde se dedica a mimar a su prometido, un fotógrafo inmovilizado por una pierna rota (James Stewart) que mata su tiempo recluido en casa observando las extrañas conductas de los vecinos ayudado por su teleobjetivo.

Con “Atrapa a un ladrón” (1955), elegante y bronceada película ambientada en la Costa Azul francesa, Hitchcock, como ya he dicho antes, llegó a pensar que Grace sería su actriz para siempre, pero al año siguiente, después de intervenir en “Alta sociedad” al lado de Frank Sinatra y Bing Crosby, deja a la comunidad de Hollywood y se marcha a Mónaco con Rainiero. Ella buscaba ser la cenicienta del cuento y él se dejó fascinar fácilmente por sus encantos, aunque tuvo muy en cuenta la buena publicidad que daría para el principado el enlace con una estrella de cine.

La actriz, ahora convertida en aburrida princesa, siguió viendo de vez en cuando a Hitchcock y a sus amigos de Philadelphia, pero ya no se separó nunca de la vida de palacio y las páginas de la prensa rosa. El 15 de septiembre de 1982, mientras conduce acompañada de su hija pequeña Estefanía por una carretera cercana a los escenarios donde rodó años antes “Atrapa a un ladrón”, sufre un aparatoso accidente que le provoca la muerte. Tenía 54 años, seis de los cuales los empleó en una de las carreras en el cine más fugaces y glamourosas de la historia.

Fue la rubia perfecta para Alfred Hitchcock, glacial y tímida por fuera pero volcánica por dentro, incluso llegó un momento en que el director inglés creyó que nunca más trabajaría con otra actriz que no fuera ella. En los films que rodaron juntos Hitchcock la mostró definitivamente bella, elegante y classy, misteriosa, inaccesible y fría como un iceberg, aunque reservara para determinados momentos una tórrida pasión sexual. Desgraciadamente para el director, Kelly decidió transformar su estrellato en cuento de hadas, y dejó el cine seis años después de haber debutado para casarse en nupcias reales con Rainiero III de Grimaldi, Soberano del Principado de Mónaco.

 

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